Abrazarse, besarse, reír, saltar, mirarse de forma complice, sentir la brisa en el rostro... apretarse fuerte al atardecer.
Poco más hace falta... ¿Verdad?
Durante mis sesiones de pareja solo os pido una cosa, que seáis vosotros mismos, que os olvidéis de mí y de mi cámara.
Esto sin duda va a ser el comienzo de un camino plagadito de recuerdos.
Si deseáis que os cuente un poquito más o reservar vuestra sesión de pareja, tan solo tenéis que poneros en contacto conmigo: